La pintura de Mateo es de difícil y compleja ejecución, puesto que la mayoría de las piezas las realiza con técnica mixta, en la que incorpora como collage cartones ondulados, papeles o telas, dotando a la obra de cierta tridimensionalidad visual. De hecho es como una especie de juego entre el creador y el espectador, ya que en cualquier sitio puede aparecer un elemento real – el collage- que sustituya al que está pintado.
Las emociones, sentimientos, vivencias, amores y pasiones están en cada una de sus pinturas. Ésta es la verdadera realidad del pintor: reflejar lo que siente a cada instante y después plasmarlo en el cuadro, y además, con la circunstancia añadida de que puede hacerlo cada vez que lo desee.